Diego Maradona criticó a los periodistas argentinos pero esas críticas fueron realizadas en una conferencia de prensa internacional y por eso la repercusión es mundial.
"Maradona, bomba de relojería" titula el diario italiano La Gazzetta dello Sport, que destaca los "insultos vulgares después de las lágrimas" de Diego. El diario apenas hace referencia a las palabras de Maradona en la conferencia de prensa ("Yo tengo memoria, a los que no creían, a los que no creyeron, con perdón de las damas, que la chupen, que la sigan chupando") y sólo menciona que la emisora Fox Sports se tuvo que disculpar ante sus espectadores en la transmisión en vivo.
En Inglaterra, The Times y The Guardian eluden la frase y se centran en que Maradona aún deberá definir su futuro con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona. En Francia, L´Equipe titula "Maradona fustiga a la prensa" y elige la fórmula de los puntos suspensivos para evitar la frase malsonante.
Los más duros fueron los medios de España. Los diarios deportivos As, Marca y Sport, por ejemplo, lo tienen en un espacio destacado de sus portadas online bajo la frase polémica que dijo Maradona. En el diario El Mundo, en tanto, en un blog titulado "Llorando por Argentina" se publica: "El fútbol es un puro disparate y en Argentina es todavía más". "Varias realidades manchan la imagen argentina. Messi no es el mejor jugador del mundo en la selección de Maradona. No pasa de fino estilista, pequeño, comediante y saltarín. Que Higuaín desplace al Kun y Tevez parece una pesadilla. Y si encima la brujita Verón ejerce todavía de Von Karajan sugiere que Argentina es una especie de manicomio, gobernado por un loco futbolístico que insulta al mensajero, como males de todas sus locuras", agrega.
"Argentina aburre", titula la crónica del partido el diario El País, mientras que El Mundo habla del "antifútbol" del equipo albiceleste y en otro blog en su página de Internet pone de manifiesto el error de contratar a Maradona como DT. "Argentina no sentó en el banco de su selección a un entrenador. Sentó a un icono nacional, el Diego, como si lo hubiera hecho con Gardel o Evita. Un personaje edificado sobre las contradicciones entre su talento y la carencia de mecanismos para soportarlo. Un caso, incluso, para un estudio sobre psicología colectiva, puesto que muchas de esas contradicciones personales caminan en paralelo a las de un país detenido".
Fuente:clarin.com
Editado por: Sergio Justiniano.
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