Tribus urbanas en Paraguay

Las tribus urbanas en Paraguay va en aumento ya que también se ha gestado los floggers y los emos. Los floggers tienen un estilo propio, son grupo de adolescentes que intentan el moonwalk, muy a lo Michael Jackson. Sus pies se mueven como entrelazándose. Bailan solos, aunque son muchos. Al menos que alguien que haya pasado los dos últimos años sin acceso a internet, a la televisión internacional o a la prensa escrita, enseguida se los reconoce por las fotos que van sacando y los colores que visten.

Estos chicos que se caracterizan por ser inquietos, charlatanes, bromistas, sociables y la gran mayoría menor de 20 años, se reúnen todos los sábados en un shopping de Asunción para ensayar sus pasos, conversar y posar para sus cámaras. Según uno de los integrantes el objetivo de los floggers es populares, conocer gente y ser conocido. Para lograrlo recurren a la inmediatez de internet.

El proceso es el síguente: Se registran en la página fotolog.com, que es un álbum virtual, en el que los usuarios intercambian sus fotografías con miles de personas en todo el planeta. En este espacio cada integrante cuenta con su un seudónimo o nickname y el nivel de popularidad se mide por la cantidad de firmas acumuladas en la página.

El característico baile nace a ritmo de electrónica. En ese espacio de luces nacieron los primeros floggers, inspirados en movimientos underground de Australia en los 90 y más actualmente en el movimiento Tecktonik, que los fanáticos del dance en Francia, implementaron para bailar.

La tribu emocional
La otra cara son los emos, nombre que surge del vocablo en inglés emotional (emocional). La característica de los emos es que viven las emociones al límite. Si están felices, están muy felices, y si están tristes, están muy tristes, según manifestó un de los integrante de este grupo.
La diferencia con los floggers es que los emos son más calmos. Quien se acerque a hablarles se encontrará con chicos que no tienen problemas en contar de qué se trata su cultura, pero lo harán a su manera.

Cabe mencionar que sí existieron rivalidades entre los dos grupos en el pasado. Esto se fue superado hace ya algún tiempo. Ahora, aunque no están juntos, comparten el mismo espacio, en la misma entrada lateral del shopping capitalino.

Ser emo responde a la necesidad de sentirse identificado y apoyado por un grupo de jóvenes con sus mismos problemas. Si algunos de los integrantes tienen problemas con sus familias o amigos o con ellos mismo, encuentran apoyo en las reuniones de los sábados y en el tipo de música que eligen. No aprueban una cultura de violencia o autoflagelación. En Paraguay, ellos intentan ser un apoyo y disfrutar del tipo de música y literatura que eligen.

Con muchos colores o casi todo de negro. A ritmo de electrónica o de rock sentimental, las tribus urbanas más famosas de la actualidad ya están en Paraguay.

Por Roque Aranda Vázquez

Edición de fotos: Roque Aranda
4to año Periodismo – Turno Noche